La Gestión Tecnológica (GT), se concibe como el proceso de administrar el desarrollo
de la tecnología, su implantación y difusión en los sectores industrial, público y
privado y en la sociedad en general. Además, implica el manejo del proceso de
innovación a través de la Investigación y Desarrollo (I+D), lo cual incluye la
introducción y uso de tecnología en productos, en procesos industriales, y en otras
áreas estructurales y funcionales de la empresa, así como también la utilización de
este conocimiento en la solución de los diferentes problemas de la sociedad, del ser
humano y del medio ambiente.
Es una poderosa herramienta que se debe enmarcar dentro de los procesos generales
de innovación desarrollados en las organizaciones.
El control del recurso tecnológico
proporciona una ventaja competitiva a las organizaciones, sobre todo en aquellas en
las que se integra en la estrategia general de la propia empresa. Y esto es mucho
más importante para el caso de organizaciones dedicadas a la generación de
productos o servicios en sectores de alta tecnología en las que el periodo de validez
de una tecnología concreta (en términos de adecuación y rendimiento comparativo con
otras competidoras) es cada vez más reducido (ciclos de producto más cortos).
La gestión tecnológica es conocimiento y es una práctica. Es un sistema de
conocimientos y prácticas relacionados con los procesos de creación, desarrollo,
transferencia y uso de la tecnología.